Sin sorpresas

Normalmente, gana Goliat en el deporte que sea. Ahora, si por casualidad ocurre lo contrario, eso es una sorpresa, y los cronistas deportivos la consignan como tal. Por haraganería o cansancio, no hay otro titular posible: si gana un “equipo chico” se dice que “dio la sorpresa”.
 

Tan acostumbrados están a pensar en esos términos que sería una sorpresa que no escribieran la palabra sorpresa.
 

Alianza pierde con el Atlético de Madrid, uno de los clubes mejor ranqueados de Europa. ¿Cuál debería ser el titular? Depende: luego de por lo menos 15 segundos de reflexión, se podría dar cuenta de la normalidad en varias formas: "Cae Alianza", "Atlético fue superior", "Hubo garra pero faltó habilidad", lo que sea. Pero si el titulero tiene que decidir en un segundo, vuelve a los estándares de su sufrida e inimaginativa profesión.

 

Estos tituleros nunca pueden dar la sorpresa.

Un minuto de silencio

A veces los protagonistas de la noticia empiezan a hablar como periodistas. Si algo negativo pasa, el hecho tiene que "enlutar al pais": ¿catástrofe natural? ¿accidente? ¿fallece un grande de la canción criolla? Ahorro de energía mental: dices lo que siempre se dice.
 

Como es lógico, micrófono por delante, este denodado efectivo policial sufrió una confusión de roles y se convirtió en un hombre de prensa. Le podían haber preguntado por cualquier cosa molesta, triste o desconcertante (excepto los asesinatos de Cajamarca, porque la prensa es muy prudente, ya se sabe) y hubiera respondido lo mismo. Los hechos han “enlutado el país”.
 

Se impone un minuto de silencio.

Macabro hallazgo

Dicen que Homero, como tenía que memorizar unos poemas larguísimos, debía recurrir a ciertas fórmulas para facilitar el recuerdo. Así, Ulises siempre es “fecundo en ardides” y Hera es “la de los ojos de buey”.

El periodismo nacional, ya sea para imitar a la épica clásica o para ahorrarse el trabajo de pensar a la hora de escribir, hace exactamente lo mismo. Siempre que se encuentra un cadáver, el hallazgo tiene que ser “macabro”; los esfuerzos de los bomberos son “denodados”, el incendio es "dantesco" y las escenas de dolor son “desgarradoras”.

(Fuente: El Comercio)

Doppelgänger

Ya saben los devotos de San Martín de Porres: cuando quieran congregarse en grey y levantar sus rezos al santo, sólo tienen que ir a la bella plaza limeña donde su efigie atenderá sus oraciones desde el lomo de su caballo. Dice RPP:

"Después de las protestas limpian monumento de San Martín de Porres".

¿Y desde ahora tendremos que referirnos al personaje como "el santo de la espada, el perro, el pericote y el gato"? Por fortuna, quienes piensen que esto es un error pueden llevar sus quejas al programa que cometió el crimen de lesa homonimia: "Central de Informaciones". ¿Tendrá una central de reclamaciones?

(Imagen tomada de El Blog de Binario).

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